Puede que no tengas un nombre en clave o que no hayas recibido entrenamiento de combate, pero esto no significa, que no tengas habilidades para salvar el mundo. Jack Ryan es un espía de fama mundial que supera todos los obstáculos que se ponen en su camino. ¿Y no es esto lo que haces tú pero aplicado a la organización de eventos? Entonces seguro que puedes aprender algo de uno de los espías más admirados del mundo y, de paso, sorprenderte con los paralelismos entre tú trabajo y el de un espía de élite. ¿Empezamos?

Máxima atención a los detalles

Jack Ryan siempre está pensando en el futuro, anticipando el próximo movimiento de su objetivo. ¿Cómo podemos lograr esto? La respuesta es sencilla: interactuando con tus objetivos, en tu caso, tus clientes y asistentes, percibiendo pequeños gestos y características que te pueden ayudar a entender su personalidad y sus hábitos.

Al prever qué es lo próximo que necesitará tu cliente, tienes la oportunidad de personalizar cada detalle mientras planificas tu evento. De esta manera, tienes parte de la clave del éxito. Presta atención a las necesidades de tus clientes y asistentes y asegúrate de que todos los detalles importantes, como las alergias a los alimentos y las peculiaridades culturales, siempre se incluyan en la planificación. Al enviar invitaciones por correo, hazlo con estilo y personalidad para diferenciarte. No te olvides de incluir tempting-breaks, un catering excepcional es el colofón final si lo acompañas de un espectáculo inolvidable (como una actuación musical, un espectáculo de magia). Son los pequeños detalles los que contribuirán a que tus asistentes queden satisfechos y salgan felices de tu evento.

Comunicación ágil

Un espía debe estar listo para conversar con cualquier persona, ya sean sus colegas, sospechosos, agentes de inteligencias enemigas o incluso mandatarios internacionales. La comunicación es clave para asegurarse de que todas las misiones lleguen a buen puerto.

Tu misión como organizador de eventos requiere las mismas habilidades de comunicación. Vas a encontrarte con diferentes tipos de clientes con toda clase de necesidades. Tendrás que interactuar con muchos interlocutores para organizar el evento perfecto. Es crucial que estas habilidades conversacionales sean tan versátiles como las de un espía, ayuden a consolidar las relaciones con tus clientes, proveedores y, especialmente, con tu equipo para ofrecer el mejor servicio posible. ¡Cuando la comunicación es fluida todo parece más fácil!

Confianza

Ser un espía requiere arrojo y confianza. En algunas misiones exigen saltar al vacío o enfrentarte a un rival en una tensa partida de póker. Un espía cree en su plan, lo ejecuta sin fisuras y tiene la certeza de que va a funcionar. Los espías requieren una fe inquebrantable en sus habilidades  para lograr posible lo imposible.

¡La confianza es también clave para un organizador de eventos! A la hora de organizar un evento hay que asumir riesgos pero confiar en tus posibilidades es el primer paso para el éxito. Toma el mando de la sala y haz ver a tus clientes y asistentes que tienes todo bajo control. Cuando crees en tus habilidades, todo marcha sobre ruedas.



La información es poder

Si Jack Ryan es un gran espía es porque dedica tiempo a preparar bien sus misiones. La experiencia adquirida, combinada con el conocimiento de su objetivo, consigue que siempre esté un paso por delante de sus rivales y que sea capaz de tomar las decisiones adecuadas en el momento correcto.

Una buena información no tiene precio. Se trata de algo que te hará llegar muy lejos en la organización de eventos. Investigar la industria concreta y el tipo de asistentes es muy útil para entender qué necesitan tus clientes. Tendrás la clave para adaptar el evento a los objetivos de tus clientes y a las características de tus asistentes.  Si tienes esa información y la empleas adecuadamente conseguirás que el resto de tu trabajo al frente de organización destaque de manera especial. Seguir nuestro blog de NH Meetings es una de las mejores formas de lograr tus objetivos.

Control bajo presión

A veces los espías tienen que afrontar situaciones difíciles en las que no todo sale según lo planeado. Es el momento de echar mano del ingenio y de los buenos reflejos para salir adelante y reconducir la situación. Jack Ryan es todo un experto en esto, manteniendo la calma y adaptándose a los cambios más inesperados sin apenas despeinarse.

Es probable que en tu día a día no tengas que enfrentarte a situaciones tan peligrosas como Jack Ryan, pero la rapidez de reflejos es una cualidad que todo organizador de evento debe tener. Con el apoyo del equipo de profesionales de NH Hotel Group, el organizador de eventos sólo tiene que ocuparse de ser esa figura que emana tranquilidad mientras que hace frente a cualquier contratiempo con la mayor rapidez. ¡Sin tu organización y saber estar el evento no sería lo mismo! Recuerda pensar en positivo, respirar y concéntrate en lo que funciona. Sigue estos consejos y ya verás como tu evento está más cerca del éxito.

Preparado para cualquier situación

Disfraces, camuflaje, caracterización… ¿no es ésta la parte más divertida de ser espía? Un espía profesional es capaz de infiltrarse a la perfección, adaptarse a cualquier entorno, incluso en situaciones límite. Si se revela su tapadera, toda la misión está en juego.

En la organización de eventos sucede algo parecido. Si un orador cancela a última hora o un invitado importante llega tarde, hay que actuar. Un buen planificador de eventos siempre tiene un plan de contingencia y puede adaptarlo a la situación concreta. Dale la vuelta a la tortilla y haz que tu evento sea el mejor que recuerden tus asistentes.

Si te planteas que cada evento es una misión, verás las similitudes. Y pondrás a prueba todas estas habilidades que hacen que un espía o un organizador de eventos sean los mejores en lo que hacen. Igual que los espías necesitan un equipo detrás de ellos, deja que NH Hotel Group sea tu socio de confianza en tu nueva misión.

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