Una joya medieval en el Barrio Rojo

Una arquitectura singular

Con esta mezcla de estilos, el edificio de la iglesia muestra una arquitectura singular, aunque la influencia norteña es palpable. Los tejados a dos aguas dominan el cuerpo principal, con una altura pronunciada. El campanario siempre llama la atención, con su color rojizo y su planta cuadrada, con estructuras de tamaño cada vez más pequeño que terminan en el carrillón. La música que desprende es una nota característica en la ciudad. Es recomendable asistir a algún concierto de órgano.

Iglesia Oude Kerk: entradas

La entrada a la iglesia cuesta 10 euros y sólo se puede pagar con tarjeta. Sin embargo, si dispones de la I Amsterdam City Card, entrarás gratis. La iglesia ofrece tours guiados, pero sólo para grupos. Es recomendable visitar la torre pero hay que tener en cuenta que sólo está abierta de abril a octubre, de lunes a sábado de 13 a 19 horas. Desde la terraza se pueden disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad. La entrada cuesta 8 euros. La visita puede durar entre una y dos horas.

Cómo llegar

La iglesia se emplaza en el Barrio Rojo, en un lugar muy accesible como peatón y a poca distancia de la Plaza Dam. Hay varias formas de llegar usando el transporte público, como las líneas de autobús 4, 9, 16 y 24, que tienen una parada en la avenida Damrak. El acceso a la iglesia está acompañado de un puente sobre uno de los canales secundarios, el Oudezijds. 

Si ya estás en el Barrio Rojo, te recomendamos un paseo por su calle principal, la Warmoestraat, donde encontrarás mucho ambiente y podrás descansar tomando una cerveza en cualquiera de sus bares. 

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Autora: Lana de Wit

Guest Relations Manager en el Anantara Grand Hotel Krasnapolsky

Mi nombre es Lana de Wit, Gerente de Relaciones con los Huéspedes en el Anantara Grand Hotel Krasnapolsky. Junto con el equipo de Relaciones con los Huéspedes y Servicios para los Huéspedes, nos aseguramos de que todos los visitantes tengan la mejor experiencia en nuestro hotel y atendemos sus solicitudes especiales, celebraciones y expectativas. Obtengo energía al resolver problemas y esforzarme por ofrecer lo mejor posible. Me encanta el hecho de que cada día sea diferente y esté lleno de sorpresas. Siempre soñé con trabajar en el Krasnapolsky desde que era una niña pequeña, así que poder trabajar aquí en los últimos años ha sido un sueño hecho realidad junto con mis fantásticos colegas. Mi misión principal es permitir que cada huésped se vaya con historias extraordinarias y recuerdos inolvidables para llevar a casa. ¡Espero darles la bienvenida aquí en Ámsterdam para brindarles la verdadera experiencia Anantara!