¿Te preguntas qué comer en Viena? Comida típica y restaurantes para probar

Si quieres descubrir qué comer en Viena, echa un vistazo a esta lista de platos deliciosos que hemos recopilado para ti.

Los consejos del concierge de NH

La exquisita gastronomía vienesa es una sinfonía de sabores que encanta a los paladares más exigentes. Sin embargo, no se trata solo de un festín para los sentidos, sino que también es una experiencia culinaria que constituye un reflejo de la historia y las tradiciones de esta encantadora ciudad austriaca. Los platos típicos de Viena, que combinan influencias de la cocina austrohúngara con la elegancia propia de la alta sociedad vienesa, son la fusión perfecta de sabores, aromas y presentaciones cuidadas. Presta atención: a continuación te contamos qué comer en Viena.

Comida tradicional para un viaje exquisito

Viena es una de las ciudades más bellas de Europa y cuenta con una rica tradición gastronómica. Para disfrutar al máximo de tu viaje, te recomendamos que consultes nuestra guía de viaje de Viena y complementes tu itinerario probando la comida tradicional de Viena que te indicamos a continuación.

Wiener Schnitzel

El Wiener Schnitzel es un escalope de ternera empanado y frito muy popular. Representa la cumbre de la excelencia culinaria austriaca y, hoy en día, se ha consolidado como su plato nacional. Inspirada en recetas que datan del siglo XVIII, esta delicia se ha ganado el reconocimiento internacional gracias a su sabor único y delicioso.

Para prepararlo, empieza ablandando los filetes de ternera hasta que tengan un grosor de 2 a 4 milímetros y luego sazónalos con sal por ambos lados. En un plato hondo, bate los huevos ligeramente con un tenedor y evita hacerlo en exceso para conservar la consistencia adecuada. A continuación, hay que pasar los filetes por un poco de harina, mojarlos en huevo y cubrirlos con pan rallado muy fino.

La clave para preparar un Wiener Schnitzel perfecto está en la fritura. Se debe añadir una cantidad generosa de mantequilla y aceite a una sartén grande y asegurarse de que el aceite esté muy caliente. Los schnitzels se fríen hasta que adquieren un color dorado perfecto por ambos lados, y la sartén se gira cada cierto tiempo para que el rebozado tenga una textura “esponjosa”. Luego, los filetes se retiran y secan sobre papel de cocina y se fríe perejil en el aceite restante para añadir un toque más de sabor.

Te recomendamos que frías los schnitzels en una sartén en lugar de en una freidora para preservar su sabor característico y que uses pan rallado de la mejor calidad. Por otra parte, proponemos distintas opciones de acompañamiento para esta delicia vienesa, como las patatas salteadas con perejil o una refrescante ensalada de pepino, tomate, patata o lechuga.

Tarta Sacher

Si te estás planteando qué comer en Viena, la tarta Sacher es un ejemplo perfecto. Se trata de un invento gastronómico vienés que data del año 1832 y que destaca como obra maestra de la repostería gracias al ingenio de Franz Sacher, un aprendiz de cocina de solo 16 años. Esta deliciosa tarta se ha convertido en un icono de la gastronomía austriaca.

Para empezar a preparar esta receta, hay que mezclar los ingredientes básicos para la tarta, incluidos la mantequilla, el azúcar glas, la vainilla, los huevos, el chocolate, la harina y la mermelada de albaricoque. La mezcla y el proceso de horneado dan lugar a una tarta esponjosa riquísima. Después del horneado, la tarta se corta en dos capas, que vuelven a juntarse después de untarles mermelada de albaricoque. Con este paso, obtenemos una base jugosa y sabrosa para la fase siguiente.

La cobertura, que se prepara con agua, azúcar y chocolate, se vierte sobre la tarta y se extiende con una espátula para darle el último toque. Por supuesto, es importante dejar que la tarta repose hasta que la cobertura se endurezca.

El resultado final es una tarta Sacher original lista para servirse con nata montada. Este viaje culinario transporta a cualquier aficionado a la gastronomía a las calles de Viena y le ofrece una experiencia auténtica que fusiona tradición, destreza y sabor en cada bocado. Recuerda que esta receta vienesa ha sobrevivido al paso del tiempo para celebrar la genialidad de un joven aprendiz que, con creatividad y habilidad, dejó su huella en el mundo de la repostería.

Tafelspitz

El Tafelspitz, un tesoro culinario oculto de la tradición austriaca, consiste en un delicioso filete de ternera o buey preparado en caldo que será toda una experiencia gastronómica para los amantes de la carne. Este plato, que gusta mucho en todo el país especialmente en los meses más fríos, se sirve habitualmente con verdura de temporada para conseguir el equilibrio de sabores perfecto.

El Tafelspitz es un plato único por su versatilidad. Puede acompañarse con verdura fresca o disfrutarse con la clásica combinación de salsa de manzana y salsa de rábano picante, para añadir más capas de sabor a esta experiencia gastronómica. Además, recomendamos maridar el Tafelspitz con un excelente vino blanco austriaco o un tinto especiado para mejorar aún más la experiencia y resaltar los matices de este plato emblemático.

Si estás pensando dónde puedes probar este delicioso plato en Viena, te recomendamos Plachutta Wollzeile. Este restaurante destaca como referente culinario y se encuentra cerca de la majestuosa Catedral de San Esteban. Otra opción es el restaurante Ofenloch, que se ha ganado el reconocimiento de los viajeros por su excepcional interpretación de este plato.

Si estás lejos de estos restaurantes, recuerda que hay muchos locales tradicionales en la ciudad que también ofrecen Tafelspitz en su menú habitual y que te dan la oportunidad de descubrir la riqueza de la gastronomía austriaca de una forma auténtica e inolvidable.

Käsespätzle

Si estás pensando en qué comer en Viena y quieres probar algo diferente, te recomendamos los käsespätzle. Se los conoce como los macarrones con queso vieneses. Este plato consta de spätzle, unos fideos de huevo alemanes con una textura similar a la de las albóndigas. Con su textura agradable, crean un contraste muy interesante gracias a una capa generosa de queso que se combina con cebolla frita.

Es muy fácil probar este plato porque está en los menús de muchos restaurantes de la ciudad al ser una receta típica.

Goulash

Este plato húngaro ha ganado mucha popularidad en Viena y el resto de Austria. Se adapta a la tradición local para que su preparación sea única. Este guiso de ternera, que incluye tomate, cebolla y pimentón, suele llevar también semmelknödel (albóndigas) en su versión vienesa. El goulash austriaco, ideal para los días fríos de invierno, combina a la perfección con cervezas de sabores intensos o una copa de vino Zweigelt, uno de los tintos más populares de Austria.

Para probarlo, te recomendamos que pases por Ilona Stuberl y Puerstner. En ambos restaurantes preparan un goulash increíblemente delicioso. Si quieres probar otra versión riquísima de este plato, puedes visitar el Café Mozart, cerca del Museo Albertina.

Topfenstrudel

El topfenstrudel es un exquisito postre vienés que destaca por su masa delicada hecha a mano que se envuelve armoniosamente en capas finas alrededor de queso batido. Este queso suave y cremoso procede del suero de mantequilla fermentado y combina a la perfección con el azúcar, la ralladura de limón, el extracto de vainilla y las pasas.

La masa se cubre con mantequilla derretida para dar lugar a una especie de tarta de queso en formato strudel. Aunque no seas amante de los postres, te animamos a darle una oportunidad a este Topfenstrudel, que destaca por su sabor y textura. Para probarlo, te recomendamos que visites Café Sacher Wien.

Kaiserschmarrn

El Kaiserschmarrn, o “desastre imperial”, es un exquisito postre vienés que todo amante de la gastronomía debería conocer. Recibe su nombre por el emperador austriaco (Kaiser) Francisco José I, al que le encantaba esta tortita esponjosa revuelta.

Este plato delicioso consiste en una tortita revuelta dulce, es decir, incluye una mezcla esponjosa de tortitas desmigadas. Suele servirse con pasas mojadas en ron, compota de frutas y azúcar glas espolvoreado para ofrecer una experiencia gastronómica única.

Se toma como postre o almuerzo ligero con salsa de manzana y suele acompañarse con uvas pasas o arándanos secos. Para probar esta delicia, Café Landtmann en Ringstraße destaca como una de las mejores opciones, no solo por su excelente kaiserschmarrn sino también por una decoración elegante.

Manner Schnitten

Manner es una empresa arraigada en la tradición austriaca y de fama internacional por sus deliciosos dulces y aperitivos. La fundó Josef Manner en 1890 en Viena y, desde entonces, su historia ha estado llena de éxitos de generación en generación. Sus galletas de barquillo napolitanas que, además, son veganas, empezaron a fabricarse en 1898 y se han convertido en un clásico de la cultura austriaca.

Con cinco capas finas y un relleno cremoso de avellanas, los barquillos Manner destacan por ser crujientes y deliciosos. Su característico envase de color rosa se considera un símbolo de los dulces austriacos relacionado con momentos alpinos. Además, es habitual llevarlo como regalo oficial y así lo hace, por ejemplo, el presidente de Austria en sus viajes. Estos productos son una muestra de la excelencia y la tradición de Manner en cada bocado.

Wurstel

Si vas por la calle y quieres saber qué puedes comer en Viena, estas famosas salchichas, conocidas por su sencillez y sabor, son la mejor opción. Normalmente, se preparan con una mezcla de carne de ternera y cerdo envuelta en intestinos de oveja. Suelen acompañarse con una mostaza fuerte y son el complemento ideal para una ensalada de patata austriaca, rábanos, espárragos verdes y otras verduras frescas.

A mucha gente les encanta su precio y sencillez, además del hecho de poder comprarlas por la calle, añadirles mostaza y comerlas sobre la marcha en verano o en invierno, a modo de aperitivo o comida rápida. La mejor recomendación que podemos darte es que las pruebes en el centro de la ciudad. La avenida principal de Viena, conocida como ringstrasse, cuenta con muchos puestos callejeros populares. El naschmarkt, un mercado semipermanente, y el Prater, un extenso parque de ocio que también cuenta con puestos de comida, son opciones divertidas para probar estas delicias locales.

Strudel de manzana

Si te va lo dulce, el strudel de manzana es una deliciosa especialidad austriaca famosa en todo el mundo por su sabor exquisito. Este postre, cuyo origen se remonta a la influencia del Imperio Habsburgo, suele encontrarse habitualmente en panaderías, cafeterías y restaurantes de Viena.

A diferencia de la tarta de manzana estadounidense, el strudel incluye una masa ligera y crujiente, estirada al máximo y rellena de manzana, azúcar, uvas pasas, limón, ron, canela y clavo. Este postre, que se decora con miga de pan, frutos secos y azúcar glas, es una delicia que merece la pena probar. Se puede tomar con un café vienés o un té negro. Entre las variaciones más populares con otras frutas, encontramos las de frutos rojos y albaricoques. Te recomendamos Cafe Aida y Kaffe Alt Wien si quieres probar un strudel de gran calidad.

Beuschel

El beuschel es un copioso guiso austriaco que se elabora con vísceras y una salsa de color marrón oscuro, y está disponible por lo general solo en restaurantes locales tradicionales. Suele prepararse con corazón y pulmones de ternera, aunque se puede usar carne de otros animales.

Este guiso, que se popularizó en el siglo XIX con la inclusión de las vísceras en los menús de los restaurantes de primer nivel, se sirve con bolas de masa de pan. Lo encontrarás en los restaurantes tradicionales vieneses, donde valoran especialmente la tradición culinaria del país.

Belegte Brote

El Belegte Brote es un delicioso sándwich abierto típico que en Viena se prepara con una gran variedad de sabores. Entre las opciones con carne hay cerdo, ternera, pavo y pollo. Además, la variedad de quesos austriacos y varias opciones suizas aportan un toque de sabor único.

Esta delicia se puede probar fácilmente en restaurantes, tabernas y puestos callejeros de la ciudad, y permite a los visitantes disfrutar de una experiencia gastronómica mientras exploran Viena. La versatilidad de ingredientes y su disponibilidad en diferentes ubicaciones convierten a este plato en una opción cómoda y riquísima para quienes quieran probar la gastronomía local.

En resumen, si te preguntabas qué comer en Viena, ahora sabes que tienes a tu disposición infinidad de platos típicos. Todos son un verdadero festín para los sentidos porque consiguen combinar influencias de toda Europa y representar todos los rincones y territorios que en su día pertenecieron a una monarquía.

Desde la importante influencia italiana en el siglo XVII hasta la llegada de la cocina francesa en el siglo XVIII, cada época ha ido añadiendo capas de sabores a esta rica tradición culinaria. La historia gastronómica de Viena es una aventura fascinante por sabores únicos y una herencia cultural que sigue encantando y sorprendiendo a los paladares más exigentes.

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