Historia
El Barrio Rojo es conocido por los escaparates de los locales en los que las prostitutas ofrecen sus servicios. El fenómeno no es nuevo. Ya en la Edad Media se instalaron en la zona los primeros burdeles, controlados por el sheriff de la ciudad. En el siglo XVII, pese a que la prostitución no era legal, se empezó a desarrollar el negocio hasta que se legalizó en 1911. Desde entonces, la mayoría de escaparates se concentran en la calle Warmoestraat, una de las más concurridas. Contrariamente a lo que podría pensarse, los turistas son bienvenidos al Barrio Rojo aunque se pide respeto y no se pueden hacer fotos en la zona. En el barrio es totalmente normal ver familias, parejas o grupos de amigos circulando y creando un ambiente amistoso y agradable por sus viejas calles llenas de edificios bajos y de colores.