Los talleres de klompen: el santuario de los zuecos en Holanda

Zaanse Schans, la meca de los talleres artesanales

Ámsterdam es mucho más que tulipanes y bicicletas. Si eres un viajero curioso y quieres vivir una experiencia diferente, nada mejor que ir a un taller artesanal de komplen. En la capital de Holanda hay varios y cada uno tiene un toque especial. 

Pero si lo tuyo son las experiencias a fondo no debes dejar de ir a Zaanse Schans, la verdadera meca de los talleres artesanales de klompen. Se trata de un barrio-parque ubicado en las afueras de Ámsterdam. El viaje en transporte público no dura más de 20 minutos. 

Para ir allí debes comprar un billete de tren a Koog-Zaandijk, en la Estación Central de Ámsterdam. Quédate en la cuarta parada, en dirección a Uitgeest o Alkmaar. Al salir de la estación encontrarás dispensadores de planos gratuitos, que pueden ser de mucha utilidad. 

Vas a encontrarte con un magnífico escenario. Hay casas de colores, molinos, fábricas de queso y, cómo no, talleres artesanales para la elaboración de klompen. El paisaje es realmente hermoso y exhibe los tradicionales canales holandeses. Sentirás como si se hubiera detenido el tiempo. 

La entrada es gratuita, así como el acceso a las exhibiciones de los artesanos. Recorrer el lugar te llevará entre tres y cuatro horas. Puedes encontrar toda la información acerca de Zaanse Schans en su página oficial.

Talleres klompen en Holanda

Ámsterdam y sus alrededores no son los únicos sitios en donde puedes encontrar talleres artesanales para la elaboración de klompen. Los zuecos tradicionales se fabrican en toda Holanda. No por nada, la venta anual de ese tipo de calzado alcanza los seis millones de pares. 

Al suroeste de Ámsterdam encuentras la centenaria granja de quesos y fábrica de zuecos Clara Maria. Los establos han sido habilitados como talleres de klompen. Y está abierta a los visitantes de lunes a sábado. 

La granja Clara Maria está ubicada entre Amstelveen y Uithoorn. Para llegar allí debes tomar la ruta A4, salida N201, ó la A9, salida 5 Amstelveen, en dirección a Amstelveen Zuid y Uithoorn. Todos los detalles del recorrido puedes encontrarlos en su página web. 

En la localidad de Noardburgum también puedes visitar una interesante fábrica artesanal de klompen. Está justo al lado de un museo dedicado a los zuecos holandeses. 

El museo de klompen abre sus puertas desde mediados de abril hasta mediados de octubre. Los domingos y feriados no hay servicio. Más que una visita, se trata de una mirada histórica al país.

Los klompen y la leyenda

En el siglo XIX casi todos los obreros europeos utilizaban klompen. En Francia se le llamaba “sabot” a este tipo de calzado. Durante las huelgas, los trabajadores lanzaban un sabot a las máquinas en funcionamiento y así las inutilizaban. De allí nació la palabra “sabotaje”. 

Por la misma época, era costumbre que el novio le obsequiara unos klompen a su pareja. Llevaban pintado el nombre de la futura esposa y la fecha de la boda. Así se formalizaba el compromiso.

Una experiencia sensacional

La fabricación de los zuecos holandeses representa una interesante combinación de arte y técnica. Los artesanos expertos toman bloques de madera en bruto y los tallan hasta darles la forma externa. Después moldean manualmente la cavidad en donde va el pie y luego la pulen. 

Al final hacen los acabados y aplican un proceso de secado. Después viene el paso más creativo: la pintura. Es el momento en el que el artesano le imprime su sello, único y original, a los klompen. 

Ver todo el proceso en un taller de elaboración de zuecos es una experiencia realmente conmovedora. Permite apreciar a la Holanda romántica y tradicional, que no muchos conocen.

Autora: Lana de Wit

Guest Relations Manager en el Anantara Grand Hotel Krasnapolsky

Mi nombre es Lana de Wit, Gerente de Relaciones con los Huéspedes en el Anantara Grand Hotel Krasnapolsky. Junto con el equipo de Relaciones con los Huéspedes y Servicios para los Huéspedes, nos aseguramos de que todos los visitantes tengan la mejor experiencia en nuestro hotel y atendemos sus solicitudes especiales, celebraciones y expectativas. Obtengo energía al resolver problemas y esforzarme por ofrecer lo mejor posible. Me encanta el hecho de que cada día sea diferente y esté lleno de sorpresas. Siempre soñé con trabajar en el Krasnapolsky desde que era una niña pequeña, así que poder trabajar aquí en los últimos años ha sido un sueño hecho realidad junto con mis fantásticos colegas. Mi misión principal es permitir que cada huésped se vaya con historias extraordinarias y recuerdos inolvidables para llevar a casa. ¡Espero darles la bienvenida aquí en Ámsterdam para brindarles la verdadera experiencia Anantara!