Día 1
El Barrio de La Ribeira es un buen comienzo para adentrarse en la cultura portuense. Situado en la ribera del río Duero, destaca por sus coloridas fachadas que pueden apreciarse desde la perspectiva de Vila Nova de Gaia, justo en la orilla opuesta. La primera parada es el Palácio dos Condes Acevedo, un edificio histórico del siglo XVIII con una arquitectura singular. Continuamos por el mismo sendero hacia el barrio de Batalha donde nos encontramos con la Catedral de Oporto, en el corazón de la ciudad, uno de los lugares más antiguos y emblemáticos que visitar en Oporto. Se puede acceder a su interior de forma gratuita y, a través de ella a su Claustro y Casa do Cabildo.
A escasos minutos de la Catedral encontramos el Museu Guerra Junqueiro perteneciente al poeta Gerra Junqueiro, que convirtió su precioso hogar en un escaparate de muebles y orfebrería del más puro estilo portugués.
Para finalizar la primera fase del viaje no podemos dejarnos atrás el Palacio Episcopal de esta magnífica ciudad. Camino hacia el Palacio de la Bolsa y La Iglesia de San Francisco, se despliega el mejor arte culinario de la ciudad. Cualquier lugar puede ofrecerte un verdadero manjar.
Cayendo la tarde se presentan varias opciones. Por un lado, Oporto nos ofrece la posibilidad de ver sus puentes en un fantástico tour a bordo de un rabelo, barco tradicional de esta ciudad. Desde Arrábida hasta Freixo, pasando por Luis I, la visita de puente Oporto queda totalmente cubierta.