Dónde comer las mejores tapas de Sevilla
Ir de tapas en Sevilla es casi obligatorio. Prueba delicias locales como el salmorejo (crema fría de tomate), el pescaíto frito, el jamón, el montadito de pringá (hecho con la carne del puchero andaluz, morcilla, chorizo y tocino)… La lista es interminable, casi tanto como los bares y restaurantes que encontrarás si paseas por el centro de la ciudad.
Para beber, la cerveza (Cruzcampo, la marca típica de la ciudad) o el vino son buenas opciones para acompañar los platos. Pide una manzanilla o un fino si quieres probar vinos blancos típicos de Andalucía Occidental. Si hace mucho calor, el rebujito (manzanilla o fino mezclados con gaseosa y lima) te ayudará a refrescarte.
La Bodeguita Antonio Romero (detrás de la Plaza de Toros), Casa Morales (cerca de la Catedral), Casa Román o La Brunilda Tapas son excelentes opciones para ir de tapas si estás por el centro. Busca también el Bar Eslava, pequeño local famoso por sus tapas creativas: prueba el “cigarrillo de Bécquer” y el “huevo sobre bizcocho de boletus”.
El Barrio de Triana se encuentra otro de los puntos turísticos que tienes que ver en el centro de Sevilla: el río Guadalquivir. Entre sus pintorescas calles encontrarás también muchos establecimientos para comer o cenar tapas. Pasea por la calle San Jacinto: el Blanca Paloma, Las Golondrinas o el Patio San Eloy no te defraudarán. Si en lugar de tapear de pie en los bares, prefieres sentarte en una terraza con vistas al río Guadalquivir, en la calle Betis encontrarás varios restaurantes, como el Abades Triana.
Otra posibilidad para comer o cenar es visitar el Mercado Lonja del Barranco. Se trata de una antigua lonja recuperada como espacio gourmet con excelentes puestos de comida y bebida, donde degustar productos de la región, como el jamón de jabugo, o comida internacional.
Si buscas comer o cenar en un entorno único, dirígete al Restaurante San Marco. Está situado en unos antiguos baños árabes del siglo XII y ofrece comida mediterránea e italiana. La Taberna del Alabardero es una referencia en la ciudad desde hace 40 años. Reserva (con suficiente antelación) en su terraza para disfrutar de vistas de la ciudad. Y si quieres cenar mientras disfrutas de un espectáculo flamenco, acércate a un ‘tablao’: en El Arenal o, La Carbonería, el Palacio Andaluz puedes cenar o tomar una copa mientras acompañas con las palmas a los bailaores.
Para finalizar con esta breve guía sobre qué ver en el centro de Sevilla, cabe destacar que es una ciudad que ofrece buen clima la mayor parte del año, una excelente gastronomía y un extraordinario ambiente en sus calles. Así que no hay excusa para visitar Sevilla en cualquier momento.
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