¿Qué es una currywurst?
Muy sencillo. Se trata de una salchicha de cerdo, tanto cocida como hecha a la parrilla, que se sirve en un plato ya cortada a rodajas y aderezada con el ketchup y abundante curry en polvo, que le da su particular toque picante. Generalmente en los puestos callejeros o imbiss se sirve en platos de cartón con un tenedor de plástico, y si se desea se puede acompañar de patatas fritas o del panecillo alemán por excelencia, el brötchen. Es un alimento contundente, que sin duda sacia el hambre, tanto del turista como de aquellos que acuden a la ciudad por viaje de negocios y disponen de poco tiempo para sentarse en un restaurante a comer manjares más elaborados. Su gran ventaja es que es una de las comidas en Berlín más económica y rápida. Por otro lado, tomarse una currywurst le hace sentirse a uno como un habitante más en la capital alemana, ya que no se trata de un plato únicamente para turistas y viajeros acelerados, sino que es uno de los más queridos por los berlineses.
El sitio típico en el que comer el que dicen que es el currywurst auténtico es en el Curry 36. Está abierto cada día de 9 a 5 de la madrugada. Tiene dos filiales: una en Mehringdamm, a la que puedes llegar con la línea 6, y otra en Zoologischer Garten (línea 5, 7 y 75 del tren S-Bahn o con la línea 2 del metro). El precio va desde los 3 a los 6 euros.