Visita los lugares más emblemáticos de Dresden
Desde las puertas del hotel, dirígete hacia el norte por Postplatz. En menos de diez minutos llegarás al Zwinger. Ejemplo perfecto de la arquitectura barroca, este palacio fue construido a principios del siglo XVIII y contiene una magnífica colección de escultura y pintura.
Seguramente querrás hacerte una foto de la Puerta de la Corona y de camino encontrarás otro ejemplo del estilo barroco de la época, la fuente del Ninfeo. Además, en el Zwinger hay una colección de cerámica de fama mundial, y un museo de armas que no puedes perderte. Si hace buen tiempo, también puedes visitar los jardines del palacio.
Al lado del Zwinger se encuentran dos edificios icónicos dentro de esta guía sobre qué hacer en Dresden. La Semper Gallery, muestra pinturas representativas del Barroco y el Renacimiento. Por otro lado, la Iglesia de Nuestra Señora (Frauenkirche), que tuvo que ser reconstruida por completo tras su destrucción en el bombardeo. Aunque se levantó por primera vez en 1743, el edificio actual data del año 2005.
Otro edificio espectacularmente reconstruido es la Semperoper Opera House, a solo un par de minutos de Zwinger. Gottfried Semper fue el responsable de su diseño original y también de su rediseño tras un incendio. El edificio que podemos ver hoy ha sido construido con todo detalle para coincidir con el complejo diseño fruto de la fértil imaginación de Semper. De hecho, muchos creen que es la mejor ópera de toda Alemania. Sus vistas desde la Theaterplatz o una visita por su interior son dos opciones que merecen la pena.
Otra de las cosas que hacer en Dresden puede ser ir al Sophienkeller, un restaurante donde los camareros van vestidos con trajes auténticos del siglo XVIII y comerás bajo unos impresionantes techos abovedados. Aprovecha para probar una comida típica sajona, como, por ejemplo, el pato con col.
Fürstenzug es tu siguiente parada en el barrio antiguo. Este extenso mural muestra una sucesión de gobernantes sajones y está formado por unos 23.000 azulejos de porcelana. Por suerte para los restauradores, esta obra sobrevivió al bombardeo de 1945. Cerca de aquí encontrarás Coselpalais. Construido en 1765, llama la atención su famoso Grand Café, frecuentado por los habitantes de Dresden que quieren tomar un café y acompañarlo con sus deliciosas tartas.
Otra opción para un café rápido es Kreutzkamm, en la esquina de Altmarkt, de camino al hotel. Por supuesto, tenemos muchos más planes que podrás hacer en Dresden, así que te dejamos más puntos de interés para tu itinerario a continuación.