1. De Sol a Cibeles: un paseo por los rincones más icónicos
Una visita en Madrid debe comenzar en la Puerta del Sol: allá donde se encuentra el kilómetro cero y de donde parten todos los caminos. Siglos de historia han visto cómo ha cambiado esta plaza donde actualmente conviven edificios históricos como la representativa Casa de Correos, junto con tiendas tan modernas como la impresionante Apple Store. La Puerta del Sol y la Plaza Mayor están unidas por la calle Mayor y por su historia. Ambos son puntos clave en una visita a Madrid y un buen resumen de su arquitectura más tradicional, de su gente, costumbres y por supuesto, gastronomía.
En la famosa Plaza de Cibeles, la anfitriona es la fuente central, que se encuentra rodeada por algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. El Palacio de Comunicaciones (y ayuntamiento), que destaca por su impresionante fachada, reina la plaza. La Casa de América y el Banco de España observan también a la fuente de Cibeles, creando una de las panorámicas más monumentales de la capital.
El frondoso Paseo del Prado nos lleva hacia otra plaza, donde se encuentra otro célebre monumento: la Fuente de Neptuno. Cerca de aquí también se sitúa el Círculo de Bellas Artes, un centro que permite recrearse en sus exposiciones de arte o incluso disfrutar de un afterwork en la terraza de su azotea. Una de las mejores cosas que hacer en Madrid es subir a ella para contemplar unas impresionantes vistas. No pierdas la oportunidad de descubrirlo.
Date un paseo por el Barrio de las Letras y respira su tradición literaria mientras caminas por citas grabadas en el suelo, de la Edad Dorada de la escritura en España: Miguel de Cervantes, Quevedo, Góngora, y Lope de Vega, solo por nombrar a algunos, vivieron aquí. Adéntrate en la magnífica Plaza Mayor, que puede considerarse la plaza más importante de la ciudad, de preciosa arquitectura y con una imponente estatua del Rey Felipe III en el centro.
Deambula por los arcos hasta el El Mercado de San Miguel para una experiencia de tapas que contarás a tus amigos a la vuelta continua por la Calle Mayor hasta que llegues a la Catedral de la Almudena, de estilo barroco, y junto a ella el gran Palacio Real, lo que era la residencia real