La catedral de Notre-Dame: el ave fénix que resurge de sus cenizas

La catedral de Notre-Dame es una obra maestra de estilo gótico francés del siglo XII, aclamada por su ejemplar arquitectura, su significado histórico y su resiliencia, plasmada en su resurgimiento tras el devastador incendio que sufrió en 2019.

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La catedral de Notre Dame representa todo un testimonio cautivador de la historia y de la fe de la isla de la «Cité» en París. Su ejemplar arquitectura gótica francesa, dedicada a la virgen María, ha resistido los azares de la época transcurrida entre los siglos XII y XIV, alzándose como testigo de todo tipo de acontecimientos históricos.

Sus impresionantes vidrieras, junto con sus retorcidas esculturas de piedra y la aguja que se alza a 100 metros han cautivado a millones de visitantes. Y por si fuera poco, esta joya ha conseguido aún más popularidad al albergar reliquias como la corona de espinas, asociada a Jesucristo. En 2019 un desafortunado incendio causó importantes daños en la estructura, seguido de cerca con gran angustia por millones de espectadores en todo el mundo.

Un poco de historia sobre Notre-Dame

Imagina un mundo en el que no se reconociera el estilo arquitectónico gótico. Hoy en día cuesta creerlo, ¿verdad? Pero, créeme, esto fue claramente lo que pasó. En el siglo XVI, los críticos se mofaban del término medieval «gótico» referido a los godos alemanes, que siglos antes habían derrocado al imperio romano. Giorgio Vasari, que uno de los «padres» de la historia del arte como disciplina, lo despreció, tildándolo de monstruoso y de bárbaro.

Aunque el calificativo «gótico» se refería más bien en aquella época al desdén de los renacentistas por los nativos del Norte de Europa que a los propios godos, el estigma ha pervivido hasta nuestros días y hoy por hoy está firmemente anclado en lo que muchos consideran ser el más claro exponente de una catedral en el planeta: la magnánime catedral de Notre-Dame. Se levantó sobre las antiguas ruinas en la isla de la Cité y de su construcción se encargó Maurice de Sully en 1160, aunque no llegó a completarse hasta 1250.

¿De qué partes se compone la catedral de Notre-Dame?

Esta obra maestra de la arquitectura hace gala de un diseño grandioso: tiene un coro, un ábside, un breve transepto y una nave rodeada de pasillos dobles y capillas cuadradas. En el siglo XIX se construyó una aguja central para sustituir a la original que se había desmontado en el siglo XVIII.

La catedral es colosal, su planta interior mide 130 metros y el techo tiene una altura de 35 metros. La fachada occidental está dominada por dos torres del gótico temprano que se alzan a casi 68 metros. Estas torres están adornadas con puertas decoradas y figuras de reyes del Antiguo Testamento, lo que añade una presencia aún más imponente a la catedral.

En la vertiente oriental, el ábside contiene ventanas en el triforio y arbotantes, como puro reflejo del resplandeciente estilo gótico. Los tres rosetones de la catedral, con sus vidrieras originales del siglo XIII son digas de contemplarse. Esta maravilla arquitectónica mezcla armoniosamente historia, arte y espiritualidad en un conjunto impresionante que cautiva al contemplarse.

¿Se ha restaurado la catedral a lo largo de la historia?

La catedral de Notre Dame surgió triunfante después de la Revolución Francesa gracias a Napoleón, que proclamó su imperio en 1804 en este sagrado enclave. En el fervor del siglo XIX, el arquitecto Eugène-Emmanuel Viollet-le-Ducemprendió una serie de restauraciones movidas por la novela épica de Victor Hugo Nuestra señora de París (1831). Esto significa que las restauraciones que realizó Viollet-le-Duc aportaron un nuevo aire a la catedral al modificar algunas de las estructuras que la representaban.

¿Dónde está Notre-Dame?

Si estás pensando en visitar Notre-Dame, deberías saber que está situada en la vertiente oriental de la isla de la Cité en París. Como suele ocurrir con las invasiones, los invasores que conquistan una región levantan templos encima de los ya existentes con el fin de reemplazar la religión precedente. Por eso Notre-Dame se eleva sobre las ruinas de un templo romano dedicado al antiguo dios Júpiter y sobre una basílica cristiana románica. Podrás admirar esta colosal obra maestra francesa en el número 6 de Parvis Notre-Dame -Pl Jean-Paul II, 75004.

¿Por qué se dañó la catedral en 2019?

El 15 de abril de 2019, la catedral gótica fue víctima de un devastador incendio que afectó a su estructura y que redujo sus cubiertas y su emblemática aguja a cenizas. Por suerte, el interior se salvó de las llamas gracias al techo de piedra abovedado y así se impidieron más estragos, aunque algunas valiosas obras de arte y reliquias se vieron afectadas a causa del humo.

El altar, los órganos tubulares que datan de siglos y los rosetones del siglo XIII sufrieron solo algunos desperfectos, gracias a la rápida y valiente acción de tres trabajadores del servicio de Emergencias que sufrieron lesiones. Debido a la contaminación del recinto por polvo tóxico y plomo que se esparció por las zonas aledañas de la ciudad, Notre-Dame no celebró en la catedral la misa de Navidad en 2019 por primera vez desde 1803.

El presidente francés Emmanuel Macron marcó un ambicioso plazo de restauración de cinco años tras lograr recaudar 840 millones de euros de donaciones en septiembre de 2021.

¿Cómo empezó el incendio?

El 15 de abril de 2019, a eso de las 18:00 horas, un devastador incendio empezó a consumir el ático de la catedral. La solemne melodía de la sirena se activó a las 18:20 horas y comenzó la evacuación urgente de la catedral. Aunque un error inicial llevó a uno de los guardas a explorar el ático equivocado, y eso retrasó la respuesta de los servicios de emergencia.

Quince minutos después y una vez rectificada la ubicación se declaró el devastador incendio que afectó a la grandiosa estructura. Para más inri, la alarma no alertó automáticamente a los bomberos, que llegaron finalmente a las 18:51 horas. La isla de la Cité, que presenció silenciosamente esta tragedia, acabó por evacuarse, ya que el humo blanco que emanó en un principio, luego adquirió una tonalidad negra, en anticipo de la devoración de la aguja por las llamas. Para acabar adoptando finalmente un color amarillo oscuro que tiñó el cielo como presagio de la tragedia que se estaba fraguando.

¿Cuál es el alcance total de los daños que ha sufrido la catedral de Notre Dame?

La catedral gótica ha sufrido la destrucción de la mayor parte de su cubierta superior de madera y metal, junto con la aguja. Queda aproximadamente un tercio de la cubierta entera. Los escombros cayeron en el interior del techo abovedado de piedra, aunque algunas secciones se vinieron abajo, y las bóvedas que unen los arcos consiguieron retener gran parte del interior y de sus elementos. Entre los tesoros afectados, está la corona de espinas de Jesús, una sección de la cruz, la túnica de San Luís, un órgano tubular y la estatua de la virgen de París del siglo XIV.

Aunque las vidrieras del siglo XIX y algunos de los bancos reclinatorios sufrieron daños, las vidrieras de tonos rosa del siglo XIII y elementos centrales como la cruz principal, el altar y las estatuas sobrevivieron.

Al contrario que algunos de los cuadros y estatuas que se dañaron por el humo y se trasladaron al Louvre, incluido el de los doce apóstoles. El relicario en forma de gallo de la cúspide, aunque experimentó algunos daños, se encontró intacto. Los órganos tubulares y la mayor de las campanas, a la que se le denomina bourdon, no sufrieron grandes daños.

¿Qué problemas supone la restauración de Notre-Dame después del incendio?

Esta información te resultará de interés si quieres visitar Notre-Dame en el futuro. La catedral, afectada por las llamas, se enfrenta a la ingente tarea de resurgir de las cenizas. A pesar de haber publicado una licitación para su restauración y de haber recaudado donaciones del orden de casi mil millones de euros, la restauración sigue siendo un reto monumental.

Macron quiere devolverle a Notre-Dame su esplendor original con la ayuda de artesanos altamente especializados. A eso hay que sumar que la madera de roble —uno de los materiales utilizados en la construcción— debe importarse o transformarse con modernas técnicas.

Por otro lado, la piedra luteciana que es una joya de la arquitectura parisina y que se extrajo de minas que ahora están abandonadas, por tener difícil acceso o por estar debajo de la ciudad de París, supone otro importante problema. Aparte de esto, la autenticidad de la restauración suscita un candente debate entre implicados y visitantes.

¿Se debería restaurar la catedral, o deberíamos aceptar los acontecimientos acaecidos? Este es uno de los debates más extendidos en el mundo de la conservación y restauración de la historia del arte. Todo lo que queda de Notre-Dame son trozos de piedra parisina, madera quemada y cenizas. Sin embargo, se ha sacado el plano original en un detallado escáner en 3D que inventó el profesor Andrew Tallon ya fallecido en el año 2000.

Por el momento, y entre la búsqueda de soluciones ingeniosas y la confrontación con la escasez de recursos humanos capacitados y materiales, la reconstrucción de Notre-Dame sigue siendo un reto monumental, que trasciende el aspecto físico y que suscita importantes cuestionamientos sobre la autenticidad histórica propiciada por esta tragedia.

¿Por qué este acontecimiento ha tenido tanto impacto emocional a escala internacional?

Quizá porque el ser humano tiene gran apego a las huellas de su pasado, que hace que el presente cobre sentido. Dicho de otra manera, el arte tangible e intangible es lo que da forma a la cultura y al entorno en el que nos movemos.

No cabe duda de que la destrucción de estos elementos ha tenido un importante impacto en la forma en que entendemos la vida. Tenemos miedo de que si desaparecen determinados emblemas, parte de nuestra identidad también desaparezca con ellos.

La catedral de Notre Dame es uno de los iconos más destacados de la historia del arte del mundo, y por eso su destrucción ha sembrado una gran sensación pérdida. Hablamos de uno de los monumentos más relevantes de la historia y del arte gótico francés.

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