La mejor comida francesa que tienes que probar en París

La cocina parisina es un símbolo de cultura y tradición que ofrece una mezcla exquisita de sabores a quienes buscan nuevas experiencias gastronómicas. El corazón de la identidad culinaria francesa late con más fuerza en los restaurantes y boulangeries, donde cada plato es sinónimo de calidad y frescura. Acompáñanos en este delicioso viaje por las interioridades de la cocina parisina.

Fondue de queso

El queso francés es siempre una apuesta segura para reuniones familiares o de amigos, tanto en invierno como en verano, lo que lo convierte en un plato perfecto para una cena interactiva. A menudo, el queso fundido tradicional se disfruta en una cazuela con trozos de pan crujiente y una copa de vino mientras se comparten historias alrededor de la mesa. Si te encanta el queso de cualquier manera, en París encontrarás una amplia variedad de lugares donde disfrutar de esta delicia culinaria.

Crêpes

Este plato francés versátil, sencillo de hacer y relleno de lo que te apetezca, se puede servir para desayunar, comer, cenar o como una merienda de lo más apetitosa. Dobladas en forma de triángulo, las crêpes son muy parecidas a las tortitas y también pueden ser dulces, con chocolate fundido, mermelada, fruta y todo tipo de coberturas, o saladas, rellenas de queso, huevos o verduras. Si buscas sitios donde comer crêpes en París, hay muchos puestos callejeros en algunas zonas muy visitadas donde puedes tomar una sobre la marcha.

Sopa de cebolla francesa

Cubierta con rebanadas de pan grueso y queso fundido, la sopa de cebolla francesa es una de las comidas más tradicionales de París. Este caldo de cebolla caramelizada es un plato sencillo pero sumamente reconfortante, que puede servirse como comida independiente o como aperitivo, con una gran cucharada de queso Gruyere. Conocida como la «reina de las sopas», puedes probar este delicioso manjar en la mayoría de los restaurantes de la capital francesa.

Ratatouille

Este emblemático guiso de verduras, que la película hizo famoso, tiene su origen en la región de Provenza, en el sur de Francia. La ratatouille combina berenjenas, calabacines, pimientos rojos o amarillos, tomates maduros, ajo y cebollas rojas, todo cocinado a fuego lento, en una salsa cremosa de tomate y aceite de oliva. Este sabroso plato puede acompañarse de arroz, patatas o pan, y se suele servir en verano, pero también puedes pedir esta delicia francesa en invierno.

Escargots

Cocinados en mantequilla de hierbas, ajo y perejil, estos caracoles franceses son uno de los aperitivos más populares del país. Normalmente se sirven como entrante, por lo que un poco de pan crujiente para mojar la deliciosa salsa es perfecto para este plato tradicional. Además, los escargots son un plato de larga tradición en la cocina francesa y se asocian a la diversidad de la cultura alimentaria del país. Los restaurantes y bistrós de todo París pueden ofrecer distintas variaciones de salsas para el escargot, pero la combinación de carne de caracol y mantequilla infusionada con hierbas es la verdadera esencia común de este manjar. Puedes encontrar escargots en muchos sitios distintos donde comer en París.

Quiche

Seguro que ya has oído hablar de esta sabrosa tarta de huevo y nata espesa. Originaria de Alemania, la quiche es un plato tradicional francés a base de huevos e ingredientes adicionales como queso, cebolla, puerro o beicon horneados en una masa de tarta. Además, la quiche es uno de los platos más versátiles para comer en París, ya que es perfecta para comer o cenar y se puede servir caliente o fría, así que puedes tomarte una ración mientras haces turismo. Aunque la quiche Lorraine es la más típica de Francia, hay otros tipos de quiche muy habituales, como la de queso de cabra o la de salmón, que se pueden encontrar en las boulangeries o cafeterías de la capital francesa.

Croque Monsieur

Si te encantan los sándwiches, no puedes dejar pasar la oportunidad de probar este tan exquisito de jamón y queso. Este plato popular, bañado con una deliciosa salsa bechamel y coronado con un huevo frito, es la mejor opción si buscas comida lista para comer mientras visitas los principales monumentos parisinos. En París hay una enorme variedad de puestos callejeros y boulangeries donde puedes encontrar un Croque Monsieur recién preparado, servido con queso fundido por encima y unas patatas fritas bien crujientes.

Croissant

No hay nada mejor para llevar tu aventura gastronómica en París al siguiente nivel que el rey de la repostería francesa. Puede que sepas qué aspecto tiene un cruasán, pero puede que no sepas lo increíble que sabe. El cruasán francés, de textura quebradiza y mantecosa, es una delicia sin igual que puedes degustar a diario por las mañanas antes de visitar los lugares más emblemáticos de París. Un cruasán, dulce o salado, acompañado de una taza de café es todo lo que necesitas para disfrutar de un agradable almuerzo.

Pain au chocolat