Visitar la Torre Eiffel: Datos y cifras

Proyecto y construcción

El proyecto de la torre, diseñado por el respetado ingeniero Alexandre-Gustave Eiffel, fue sugerido por primera vez por su empleado Maurice Koechlin. El diseño final de esta estructura sólida e intrincada requirió hasta 18 000 piezas de hierro forjado y se tardó unos dos años en montarla, lo que supuso un récord notable para la época. Aunque los obreros tuvieron que trabajar a gran altura, durante la construcción de la Torre Eiffel no se registraron lesiones graves ni muertes. Hoy en día, su elegancia y su atractivo atemporal la convierten en un fuerte símbolo de identidad para los parisinos y en un punto de interés imprescindible que hay que visitar en todo viaje a París.

Tres plantas distintas

Esta maravilla francesa tiene tres plantas en total, todas ellas accesibles a los más de siete millones de visitantes que recibe cada año. En la primera y segunda planta hay dos restaurantes, a los que se puede acceder subiendo las escaleras o en uno de los ocho ascensores. Al último piso se accede en ascensor y alberga un original museo de cera donde podrás encontrar al creador de la torre y disfrutar de unas vistas únicas de la capital francesa, Si estás preparando una visita a la Torre Eiffel, no puedes perderte las vistas desde lo alto.

Se repinta cada siete años y en ella trabajan cientos de personas

Propiedad de la ciudad de París, la Torre Eiffel se cubre con una gruesa capa de pintura cada siete años para proteger el hierro de los efectos del mal tiempo. Este maravilloso edificio se ha pintado de varios colores a lo largo de los años, desde marrón rojizo o bronce hasta ocre amarillento o castaño. Además, unos 500 empleados se encargan de mantener bien cuidada la torre, dirigiendo a las grandes multitudes por las distintas plantas de la torre, gestionando las operaciones diarias, manejando los ascensores o trabajando en restaurantes o cafeterías.

Hay quien dice que prácticamente se construyó en Barcelona

Aunque no es exacto, existe el rumor de que la construcción de la Torre Eiffel era una estructura temporal que inicialmente se iba a construir en España para la Exposición Universal de Barcelona de 1888. Sin embargo, al parecer la ciudad rechazó el proyecto debido a su estilo gótico, eléctrico y atrevido. Puede que a algunos españoles esto no les haga mucha gracia, ya que París cuenta ahora con uno de los monumentos más famosos del mundo.

Eiffel diseñó un apartamento secreto en lo alto de la torre

Una cosa que probablemente no sabrás cuando vayas a visitarla es que, tras la finalización de la torre, se reveló que el arquitecto del proyecto incluyó un apartamento privado en la zona superior. Aunque a los visitantes se les negaba el acceso a este acogedor espacio amueblado con madera, ahora está oficialmente abierto al público y puedes recrear algunos momentos emblemáticos, como cuando Alexandre-Gustave Eiffel se reunió con Thomas Edison en esa misma sala.

Existen réplicas de la Torre Eiffel en todo el mundo

Inspiradas en el emblemático monumento parisino, existen varias estructuras casi idénticas en todo el mundo, desde países europeos como España o Grecia a otros en continentes más lejanos como Japón, Australia o Estados Unidos. Desde que se inauguró en París, se ha convertido en una de las estructuras más populares del mundo y en fuente de inspiración para muchos arquitectos de todo el mundo. Ahora puedes visitar la Torre Eiffel o su réplica en casi cualquier parte del mundo.

Es posible reservar las entradas hasta con dos meses de antelación

Al tratarse de uno de los monumentos más famosos del mundo, resulta imposible visitarla vacía. Por eso resulta muy recomendable reservar las entradas con antelación. El acceso al segundo piso cuesta a partir de 5 euros, dependiendo de la edad, mientras que subir al último piso cuesta a partir de 7 euros. Saber que tienes las entradas reservadas te permitirá disfrutar de tu día en París sin preocuparte de si habrá entradas disponibles. Sáltate las colas kilométricas y sube a lo alto de la torre para contemplar todo París.

Te proponemos un montón de planes para hacer en los alrededores

Una vez que hayas subido a la Torre Eiffel y disfrutado de las vistas panorámicas desde lo alto, hay una amplia variedad de planes que puedes hacer para relajarte y pasar un día inolvidable. Desde un tranquilo paseo por el extenso terreno cubierto de hierba del Campo de Marte hasta tomar un café y algo dulce para llevar en cualquiera de las estupendas «boulangeries» de la zona. Además, gracias a las numerosas posibilidades que ofrecen los museos y locales nocturnos, tu día y tu noche en la capital francesa serán perfectos. Después de visitarla, no te pierdas la oportunidad de visitar otros lugares bonitos parisinos.

No importa si te interesa el arte, la historia o la gastronomía, París es una ciudad de vanguardia. La capital francesa es un centro de cultura global y alberga uno de los monumentos más emblemáticos del mundo. Visitar la Torre Eiffel es una oportunidad que no te puedes perder si quieres descubrir la historia de la ciudad y disfrutar de unas vistas inmejorables de la llamada «Ciudad de la Luz». Descubre el alma de París desde la majestuosa Torre Eiffel, que encierra el espíritu de la ciudad y fusiona historia y modernidad, invitándote a pasear por callejuelas con encanto y a mimarte con una gastronomía exquisita. Visita la Torre Eiffel y sumérgete en su magia.

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