Descubre los lugares más bonitos que ver cerca de Berlín

Aventúrate más allá de los confines de Berlín para descubrir un mundo de monumentos históricos, pueblecitos pintorescos y maravillas naturales que ofrecen un marcado contraste con el talante urbano de la ciudad.

David Rickerson-Seidel

Berlín es una ciudad llena de lugares por descubrir, como ya te podrás imaginar. No obstante, si quieres conocer los alrededores de la capital, hay cantidad de pueblos que son perfectos para ir a pasar el día. Así podrás disfrutar del encanto urbano de Berlín y conocer al mismo tiempo pueblecitos en medio de parajes naturales espectaculares con una gastronomía para chuparse los dedos. Y sin más preámbulos, veamos los mejores rincones cerca de Berlín que deberías visitar.

Los lugares más increíbles que ver cerca de Berlín

Todo el que haya ido a Berlín sabe que es un destino que ofrece experiencias increíbles fuera de lo común. Y por eso reunimos en este artículo todo lo que puedes descubrir en Berlín durante un fin de semana. Pero, por si te sobra tiempo, puedes ir a explorar ciudades y pueblos de los alrededores, y probar especialidades regionales distintas para que elijas tu favorita, o que visites monumentos que no son muy turísticos pero sí impresionantes y conocer en primera persona el bonito entorno natural de los pueblecitos que rezuman encanto. A continuación, te recomendamos los pueblos más bonitos que deberías visitar cerca de Berlín.

Potsdam

Adéntrate en la ciudad histórica de Potsdam, una joya a tan solo 20 kilómetros al suroeste de Berlín. En coche se llega en 50 minutos y en tren en la mitad de tiempo. Es una población idílica llena de palacios y jardines. Potsdam fue la morada de reyes prusianos y káiseres alemanes. Hoy está catalogada como una de las ciudades más impresionantes de Europa y reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Sus raíces datan del siglo VII como encantador pueblo eslavo llamado en esos días Poztupimi. La fortuna le sonrió a Potsdam al ser elegida como residencia de caza de Federico Guillermo I en 1660. Desde entonces, esta ciudad ha florecido como el hogar de la realeza prusa, confluyendo a la construcción de palacios majestuosos que aún adornan sus calles hoy en día.

Para garantizar que tu viaje por Potsdam vaya como la seda, te recomiendo que empieces visitando el barrio holandés. Conocido como la «pequeña Ámsterdam», se construyó en el siglo XVIII con ladrillos rojos y muchos trabajadores holandeses se asentaron aquí e hicieron de esta localidad su hogar.

Después, puedes ir a visitar el palacio de Babelsberg, el entorno más romántico que puede haber, ya que está a orillas del río Havel. Es un palacio de estilo neogótico, construido entre 1833 y 1835 como residencia de verano del emperador Guillermo I. A diferencia de otros edificios góticos, este palacio conserva una estructura similar a la de un castillo fortificado. Pero con ventanas y arcos ojivales, que era uno de los elementos más representativos de la arquitectura gótica.

Para proseguir con este paseo histórico, te recomendamos que visites el puente Glienicke. Se construyó en 1907 para cruzar el río Havel, con la función de conectar la ciudad con Berlín. Se le conoce como el «puente de los espías» y fue testigo de intercambios entre la Unión Soviética y los Estados Unidos durante la Guerra Fría.

Como broche final de esta visita, ve a la puerta de Brandenburgo. Se ubica en pleno casco histórico de la ciudad, cerca de Luisenplatz.

Spreewald

Spreewald es un pueblo situado a 100 kilómetros de Berlín. En coche te llevará una hora y 35 minutos y en tren 50 minutos. El dato más interesante de este lugar es que está rodeado de un frondoso entorno natural. Tiene 287 kilómetros cuadrados de bosque y vegetación densa. Es un paraíso para los amantes de la naturaleza que merece conocerse.

En el pasado, la ciudad estuvo mucho más aislada de lo que está hoy en día. Y sin duda, uno de los encantos más mágicos que tiene este pequeño pueblo es lo bien que encaja con su entorno. Es un fantástico refugio ecológico y cultural, clasificado como reserva de la biosfera. Por eso te aconsejo que no lo dudes ni un segundo y que decididamente visites este maravilloso rincón. Vale la pena.

Hay dos actividades que te permitirán meterte en la cultura local y en la naturaleza. La primera es hacer un descenso en canoa de madera. Es una actividad muy divertida conocida como «Kahnfahrt», que dura unas dos horas. Este tipo de descenso por el canal es la forma perfecta de penetrar en sus bellos entornos naturales.

Aunque si prefieres ir por tu cuenta, también puedes alquilar un kayak y recorrer los canales. Es la forma perfecta de descubrir negocios locales y de mezclarse con la población local.

Dresde

Esta ciudad es uno de los lugares más famosos que ver cerca de Berlín. Se la conoce como la Florencia en el Elba, y el esplendor de sus edificios barrocos y rococó te transportará a una era de majestuosidad. Tras la Segunda Guerra Mundial, la ciudad se quedó en ruinas, pero gradualmente logró reconstruirse y recuperar el esplendor original.

Dresde es famosa por la comunidad artística afincada en el barrio de Neustadt y que aporta un aire creativo a sus calles con instalaciones artísticas, galerías, grafitis y fachadas llamativas. Te recomendamos que si has elegido esta ciudad para hacer una excursión de un día, apuntes en tu ruta la plaza Theaterplatz, la iglesia de Nuestra Señora, el palacio Zwinger, el Palacio Real y Fürstenzug.

La plaza Theaterplatz de Dresde está en pleno centro de la ciudad y en ella se encuentran monumentos históricos, palacios barrocos e impresionantes museos como el mural Fürstenzug que muestra obras de 35 prominentes artistas alemanes, el grandioso palacio Zwinger, la iglesia Hofkirche y la imponente ópera Semper. Cada uno de estos rincones cuenta una historia fascinante y es el telón de fondo idóneo para pasear y captar imágenes inolvidables.

La iglesia de Nuestra Señora (conocida como Hofkirche) es una catedral luterana completamente reconstruida que se alza como símbolo de la resistencia. Su cúpula de piedra ofrece vistas panorámicas a una altura de 67 metros, y en el sótano cuenta con un pabellón de exposiciones que narra la conmovedora reconstrucción de la iglesia después de la guerra.

El palacio Zwinger es una obra de arquitectura barroca del siglo XVIII y está construido alrededor de un jardín central. Este edificio alberga la galería Alte Meister y el Museo Meissen de la Porcelana. Impresiona en primer lugar por su densa ornamentación, en la que resalta la escultura que tiene como protagonista a Hércules y una terraza a la que se puede acceder para contemplar unas vistas panorámicas del Palacio Real.

El Palacio Real, denominado en alemán Residenzchloss, es la antigua residencia de reyes sajones. Se reconstruyó minuciosamente para que todos los visitantes hoy en día puedan maravillarse de su Bóveda Verde. Aunque está prohibido sacar fotografías, no deberías dejar de visitarlo. Una audioguía te relata la nutrida historia que encierran las paredes de sus habitaciones.

Y en último lugar, pero no por ello menos importante está Fürstenzug. Que es un impresionante mural de más de 100 metros que consta de 24 000 piezas de porcelana Meissen. Este destacado monumento es de visita obligada para todos los amantes de la historia por su gran belleza.

Las 24 000 piezas de porcelana Meissen cobran vida en este espectacular mosaico que representa a los miembros de la Casa de Wettin, una distinguida dinastía de monarcas, duques, condes y representantes sajones que dejaron su impronta durante más de 800 años. Contemplar este mural es desvelar un testamento de la nutrida historia y del linaje de la región. Lo más destacado de Fürstenzug es que ha ido venciendo con asombroso temple las adversidades. Es un milagro que sobreviviera el bombardeo que asoló a la ciudad y que, por ende, preserve su legado histórico y su valor artístico.

Brandenburg an der Havel

No debes dejar de visitar esta ciudad si te sobra tiempo en tu visita a Berlín, ya que está a solo una hora en tren de la capital. También se puede llegar en coche, aunque te llevará hora y media. Brandenburgo es uno de los 16 estados federales de Alemania y uno de sus cinco Bundesländer (federaciones) repartidos por el territorio que fue en su día parte de la República Democrática de Alemania. Si te decides a visitar esta población cerca de Berlín, te aconsejamos que incluyas en tu visita la catedral de San Pablo y San Juan, y la Altstadt o casco antiguo.

La catedral de San Pedro y San Pablo se construyó en 1165 y es uno de los tesoros menos conocidos de Alemania. Se encuentra a orillas de las tranquilas aguas del río Havel y del precioso lago Beetz, en una zona pintoresca conocida como Dominsel, o isla de la Catedral. La fundó el rey Otto I en 948 como el primer ladrillo expuesto en la provincia y es una joya arquitectónica.

Entre las estrechas callejuelas del casco antiguo (Altstadt) sobresale majestuosamente el antiguo Ayuntamiento de Brandenburgo. Construido a finales del siglo XV, este edificio de ladrillos rojos fue el epicentro de la vida administrativa de la ciudad hasta 1715. Sobresale claramente del resto de los edificios de la ciudad por su característica torre que parece querer tocar el cielo. Además, el edificio tiene una fachada decorada con escudos de linajes familiares que te transportarán a otra época.

En la actualidad, el edificio principal se ha transformado en un restaurante que fusiona historia y gastronomía para que puedas probar algunos de los platos regionales tradicionales.

La cordillera Harz

El Parque Nacional Harz es uno de los lugares que ver cerca de Berlín, ya que queda a tan solo dos horas en coche. Ocupa ahora la extensión de dos parques fusionados: Hochharz, por un lado, y Harz. Es un paraíso de belleza natural exuberante, con cerca de 25 000 hectáreas.

Este parque que ocupa múltiples estados cuenta con una diversidad de ecosistemas, que van desde frondosos bosques y espectaculares acantilados a tranquilos pantanales. Tiene también zonas de alta montaña como el pico Brocken, de 1141 metros, con unas vistas únicas de Alemania.

Harz permite que los hábitats protegidos sigan su curso natural y apoya los procesos vitales sin intervención humana. Proyectos de investigación y recuperación, como la repoblación exclusiva del lince, refuerzan este compromiso con su preservación. El parque quiere acercar su bella naturaleza al público a través de una amplia serie de eventos celebrados a lo largo del año.

Cerca de la cordillera Harz, está una localidad próxima a Berlín que deberías visitar. Se llama Aschersleben. Es un pueblo como sacado de un cuento de hadas, donde la historia se entremezcla con la naturaleza en un entorno idílico. Este pueblo data del 753 y encierra una fascinante historia que cubre varios siglos. Bautizada así en honor de la dinastía sajona de la Casa de Ascania, el pueblo fue la capital del principado de Anhalt-Aschersleben de 1252 a 1315, antes de pasar a manos del obispado de Halberstadt. Posteriormente, tras firmar el Tratado de paz de Westphalia en 1648, se incorporó al principado de Halberstadt y, en 1815, formó parte de la provincia de Sajonia en Prusia.

Esta localidad goza de una rica cultura, reflejo de la gran diversidad de estilos arquitectónicos de sus edificios. En el casco antiguo, el Grauer Hof es una demostración de arquitectura románica, mientras que la iglesia de San Esteban representa la elegancia gótica. Por último, el renacimiento se palpa en el ayuntamiento de la ciudad y en la casa Krukmannsches Haus.

Un anillo que rodea el casco antiguo muestra edificios neoclásicos y de estilo Jugendstil (art nouveau) , como Heckner-Bauten, que convive con otros edificios de la era comunista.

Aunque es raro encontrar edificios con vigas de madera en la antigua Aschersleben, algunos los incorporan en las plantas superiores. Su ausencia se achaca a la disponibilidad de piedra de calidad, a la falta de bosques cercanos y a los incendios antes del siglo XVI. Es un final perfecto a cualquier visita a la cordillera Harz y donde catar algunos de los platos regionales tradicionales.

Ahora ya tienes a tu alcance una lista de lugares que puedes visitar cerca de Berlín que ofrece una amplia variedad de experiencias culturales y naturales. Potsdam está a solo 20 kilómetros de distancia y se alza como una joya histórica y cultural, con palacios y jardines que cuentan la historia de la realeza prusa; Spreewald, está a 100 kilómetros y adentra a sus visitantes a una reserva de la biosfera, donde naturaleza y cultura se entremezclan con encanto; Dresde, conocida como la «Florencia en el Elba», resurge con su esplendor barroco y rococó, mientras que Brandenburg an der Havel y la cordillera Harz combinan historia, arquitectura y unos paisajes naturales excepcionales. Descubre estos destinos cerca de Berlín para que puedas disfrutar de un viaje a través del tiempo y de la naturaleza, complementado por la diversidad paisajística y cultural de la región.

Autor: David Rickerson-Seidel

Guest Relations Manager en el NH Collection Berlin Mitte Friedrichstrasse

Me llamo David Rickerson-Seidel y trabajo para NH Hotel Group desde septiembre de 2015, cuando abrió el primer hotel NH Collection en Alemania. Después de 16 años de experiencia en hostelería,  me dieron una oportunidad excepcional de conocer a gente de todo el mundo y aprender de todos ellos. Este es uno de los motivos por los que me encanta trabajar como gestor de Guest Relations. A diario me encargo de las necesidades de nuestros huéspedes antes incluso de que me pidan ayuda. Como me apasiona lo que hago, siempre es un gran placer para mí ver contentos a nuestros huéspedes en el hotel. Así sé que estoy haciendo bien mi trabajo. Siempre digo que lo único que no puede reservar un cliente cuando viaja es la sonrisa de un recepcionista y una bienvenida agradable, la persona que te atiende con amabilidad mientras desayunas y te pregunta si has dormido bien y el trabajo de nuestras camareras de piso, que preparan las habitaciones para que te sientas como en casa. Nuestro equipo humano marca la diferencia. Por eso no haces check-in al llegar en una máquina. Necesites lo que necesites, ahí estaremos para ayudarte

Otros artículos

Ruta verde: 7 parques y jardines de Berlín

Berlín es una de las ciudades con más parques y jardines de Europa, además de zonas de recreo y parques de atracciones. Entre ellos, el famoso Jardín Botánico de Berlín, considerado uno de los más importantes del mundo.

Berlín, arte a cielo descubierto

La ciudad de Berlín es mundialmente famosa por la cantidad de obras que adornan sus calles. Muros, fachadas de edificios, fábricas, aceras, farolas y contenedores de basura son receptores de todo tipo de obras de arte.

Reichstag, el símbolo de la reunificación

El Parlamento alemán o Reichstag se halla en el barrio berlinés de Tiergarten. A lo largo de su dilatada historia, que parte de finales del siglo XIX, ha sido testigo fundamental de la historia reciente germana.

Potsdamer Platz, en el corazón de Berlín

La plaza de Potsdamer Platz quedó completamente destruida durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy es una de las partes más modernas de Berlín. La zona está llena de restaurantes y tiendas pero también hay museos y cines. El entretenimiento en esta plaza está asegurado. Te proponemos un paseo por la Potsdamer Platz